10 destinos soñados para amantes de la nieve

Aunque para aquellos que vivimos en el trópico el hecho de no tener inviernos largos y oscuros nos resulta un alivio, también es cierto que sentimos un magnetismo casi místico por esa nieve que nos es ajena, por ese cambio del entorno que se rinde ante la fina capa blanca que desciende mágicamente del cielo materializada en copos estrellados.

Por eso y porque sabemos que a veces queremos pasar de la inspiración a la acción, aquí les dejamos algunos de nuestros destinos invernales favoritos para vivir el encanto de la nieve en todo su esplendor.

HALLSTATT, AUSTRIA

Tal vez uno de los destinos invernales con más encanto «instagramero». Y con mucha razón pues este pueblo alpino a orillas del lago que lleva su nombre cobra un encanto especial una vez cubierto de nieve. Tiene el efecto de transportar en el tiempo, como en un cuento de antaño a una vida más simple, sencilla pero visualmente muy inspiradora.

RUSIA

¿De verdad hace falta explicar por qué? La nación Reina de las Nieves por excelencia tiene parte de su alma en sus inviernos que le han dado carácter a su pueblo y geografía. Sus magníficas ciudades solo se engalanan más vestidas de blanco y sus enormes espacios abiertos de estepas y bosques cobran una fuerza que supera al hombre en belleza e inmensidad. Aunque ciertamente puede ser frío visitar Rusia en ésta época podemos asegurar que es una experiencia que nunca se olvida.

AMSTERDAM, HOLANDA

La capital holandesa con sus canales y sus casas tradicionales saluda a las nevadas como un libro ilustrado. Fotografía de lujo asegurada mientras se vive la calidez interna de la ciudad entre cafés, galerías y librerías.

SUIZA

Suiza y el invierno son uno. Los alpes nevados, chalets, ski, chocolate y fondue…¿qué más se le puede pedir a la vida? Aunque para muchos se trata de un destino de lujo y lo asocian mayormente con estaciones de ski tan top como Zermatt, la verdad es que la suiza rural y menos conocida ofrece un encanto más auténtico y donde también se pueden disfrutar de todas las bondades de este paraíso alpino.

RUMANIA

No es casualidad que Rumania sea escogida permanentemente por las grandes productoras de Hollywood para rodar sus películas de época ni aquellas en las que los bosques y montañas son protagonistas. Este país es mucho más escénico de lo que el mundo cree y una verdadera joya de invierno por cuenta de sus coloridas ciudades medievales y sus parajes naturales aún mucho más intactos que en la gran mayoría de Europa occidental.

MONTANA, ESTADOS UNIDOS

Apto y 100% recomendado para los amantes de la naturaleza que encuentran paz y recogimiento en el espíritu de las montañas. Tierra de vaqueros, este estado se cubre de blanco religiosamente afianzando aún más su hermosa vastedad. Si lo de ustedes son las cabañas de madera con un buen fuego ardiendo, la contemplación y el amor por lo agreste con encanto natural, Montana es su destino.

NORUEGA

Ya sea visitando sus pintorescos pueblos y ciudades con coloridas casas de madera de colores o visitando los fiordos en su versión invernal, Noruega es otro de esos países que sabe hacerse la vida más bonita en esta época.

PARQUE NACIONAL BANFF, CANADÁ

Si Canadá es de entrada especialista en belleza natural, el Parque Nacional Banff lleva esta afirmación a otro nivel. Una zona de lagos aguamarinas, aguas termales, cañones y bosques que es perfecta para las caminatas, los deportes de invierno y la avistación de fauna.

ISLANDIA

Poderosa isla del norte, son pocos los que se atreven a visitarla en esta época del año. Gran pérdida, pues es un destino natural como pocos y un espectáculo como ninguno gracias a sus cascadas congeladas, sus volcanes y lagunas donde además se puede presenciar las alucinantes auroras boreales en todo su esplendor.

JAPÓN

Pocas veces imágenes tan bucólicas y perfectas se presentan a los ojos del viajero como aquellas que regala Japón en invierno. Su espíritu emerge en contraste con el blanco que todo lo cubre con la misma sutileza poderosa que caracteriza a la cultura nipona. Nunca se vieron tan bellos los templos ni dieron tantas ganas de deambular por los pueblecitos tradicionales.