Si me preguntaran sobre un hotel que logre una perfecta comunión entre naturaleza, diseño y bio lujo, no alcanzarían a terminar su pregunta cuando yo ya les estaría hablando de Bio Habitat Hotel.
¿Por qué?
Bastaría con que les mostrara un par de las fotos que tomé cuando fui a pasar mi último cumpleaños a un lugar que ya me imaginaba fantástico, pero que no estaba preparada para quedar encantada a tal punto. Pero como no se trata de inspirar sólo con las fotos, hay un par de cosas que vale la pena compartir sobre este hotel que se ya se coló entre uno de mis favoritos en Colombia por su exquisito equilibrio entre dos cosas que amo: el lujo desenfadado y la naturaleza.

Bio Habitat Hotel está situado en los alrededores de Circasia, Quindío, a unos cuántos kilómetros de Armenia. Desde el primer momento se siente que se trata de un lugar especial, donde cuidan los detalles y en el que el diseño es un pilar fundamental.
La primera impresión es la de una arquitectura moderna, minimalista, de espacios abiertos que invitan a disfrutar del verde intenso que rodea el hotel pues éste está situado en medio de 160.000 metros cuadrados de bosque nativo. Mientras el adorable personal de la recepción me recibía con una ¨Pócima¨, la bebida insignia del Hotel a base de frutos rojos, hierbas aromáticas y agua con gas, me fui a disfrutar de la vista a la piscina, esperando conocer la que sería mi guarida por los próximos dos días.

¡Y qué guarida!
El hotel tiene cuatro tipos de acomodación: tres Master suites, cinco suites, una cabaña y tres Aviarios. Desde que los vi en Instagram, sabía que era en uno de estos últimos donde quería quedarme y definitivamente no me equivoqué.
Creo que tengo una fijación por los espacios elevados y rodeados de verde, tal vez no he logrado superar el complejo de ¨casa del árbol¨ y por eso, cada vez que me encuentro espacios o lugares que me devuelven a ese imaginario, me boto de cabeza a conocerlos (ver: Los 10 más Increíbles Hoteles Entre los Árboles)
Así pues, mi Aviario, una estructura de vidrio y techo de guadua levantada sobre el bosque y completamente rodeada de verde y pájaros fue no sólo la cereza en el pastel, fue la crema y la champaña de mi celebración cumpleañera. ¡Qué paraíso!


Una de las cosas en las que más me fijo en los hoteles es en los baños (ok, digamos que estoy un poco obsesionada, vale) y los de Bio Habitat se llevan aplauso de pie por la forma tan limpia en que logran que se sientan rústicos y terrenales pero totalmente chic y sofisticados. Prometido que la primera ducha de la mañana les cambia el día.



En fin, sin extenderme más pues siempre hay que dejar algo a la imaginación, que no les quede duda que es un hotel que vale toda la pena. Si están pensando en explorar el eje cafetero no duden en dedicarle una parada y si lo que buscan es una escapada de puro relax y lujo verde aquí también tienen una gran opción. Definitivamente un gran exponente de los #HotelesWeLove.


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